jueves, 1 de enero de 2009

Dijo Jesús:
"(...) pondrán las manos
sobre los enfermos
y éstos sanarán..."
(Mc. 16, 18).


Reiki es un arte de sanación muy antiguo basado en la canalización y transmisión de la Energía Vital, a través de la imposición de manos y la aplicación de algunos símbolos de Luz, que nos permite recuperar nuestra Armonía (equilibrio físico, mental, emocional y psico-espiritual) y reconocer nuestra esencia como Seres Espirituales, reconectándonos con nuestro Padre-Madre Creador por medio de la Presencia Divina que habita en nosotros.


¿En qué consiste una sesión de Reiki?

El terapeuta iniciado ha recibido los alineamientos correspondientes y, por ende, tiene abiertos y despejados los canales que lo conectan a la Fuente y por donde se recibe y se brinda esta Energía Vital. Esta Fuente recibe diversos nombres: Luz (cristianos), Prana (hindúes), Chi (chinos), Ki (japoneses), Bioenergía (científicos), Dios, Universo, etc. Esta Fuerza Vital es la Fuente de la vida misma y es muy anterior, como realidad y como concepto, a cualquier sistema religioso o filosófico.

La Energía fluye a través de las manos del terapeuta. Éste podrá saber, percibir o intuir cuál es la parte afectada y que necesita sanar, pero aún cuando no lo supiera, la Energía tiene una inteligencia muy superior a la humana y se dirigirá adonde haga falta. Esta Energía no se extrae del terapeuta ni de su aura (campo energético), sino que proviene directamente de la Fuente Universal de Vida. El terapeuta se limita a ser un canal, colocando las manos en distintas posiciones y la Energía Divina hace lo demás, interviniendo en todos los planos de la persona. Esta técnica milenaria se distingue de otros métodos de imposición de manos por la utilización de algunos símbolos sagrados, cada uno de los cuales estimula un aspecto de la Energía en especial y se dirige de manera específica a cada uno de los cuerpos vibracionales: físico, mental, emocional y espiritual.

La terapia de Reiki beneficiará a quien la experimente. Entre otras cosas, Reiki alivia el dolor, acelera el proceso de la sanación, revitaliza y refuerza el funcionamiento del sistema inmunológico, facilita la relajación y reequilibra los chakras (principales centros energéticos de nuestro cuerpo) y el campo vibracional (aura) de las personas. Por lo demás, los resultados dependen de la Voluntad Divina y no son predecibles, por lo que ninguna sesión ha de basarse en especulación alguna sobre un objetivo concreto. El proceso de sanación se realiza siempre según lo bueno, justo y necesario para el paciente, en ese preciso momento de su evolución y de acuerdo con el Plan Divino que lo rige. Partiendo de esta base, ocurrirá lo que deba ocurrir.

Queda claro que la función del terapeuta es servir de canal para que la Energía Divina sea quien sane o asista al paciente; y nunca es el terapeuta quien "sana" a la otra persona. En el momento de invocar la Energía Vital, dos factores son esenciales: la capacidad de canalización del terapeuta y la disposición o capacidad de receptividad del paciente. De esta forma, el terapeuta estimula la Energía Vital, proyectándola como una corriente que, al penetrar en el paciente, es capaz de armonizar el flujo energético en su organismo.


Origen y Evolución de Reiki

Saint Germain es uno de los Maestros que inyectó la Energía Reiki en nuestro planeta, en los tiempos de Lemuria y Atlántida. Luego, esta Energía fue ocultada durante años. Los orígenes de Reiki se perdieron en el tiempo. Diversos indicios hacen suponer que tanto los pueblos más antiguos como los grandes iluminados de este mundo (como Buda y Cristo) han empleado en sus sanaciones los elementos esenciales de esta técnica. A principios del siglo XX, el Dr. Mikao Usui (Japón) redescubre este sistema de sanación natural por medio de una serie de antiquísimos Sutras Budistas (400 a.C.) y decide denominarlo Reiki. En ese entonces, Usui concibe una serie de Iniciaciones (sintonizaciones o aperturas) y canaliza un conjunto de símbolos a través de los cuales esta Energía fluye y actúa. A lo largo de los años, y según ha ido aumentando la tasa vibratoria del planeta, han surgido otras corrientes de Reiki como, por ejemplo, el Reiki Karuna o el Reiki Multidimensional de Shamballa, entre otros, con la intención de brindar nuevos símbolos y herramientas de sanación más acordes al nivel vibratorio actual y a la problemática energética y espiritual del Ahora.

En 2002, nace el Reiki Unitario (canalizado en Francia por Selene y Cyrille Odon) que busca unificar las tradiciones de Reiki Usui y Reiki Karuna con las técnicas más antiguas recibidas de Lemuria y Atlántida (transmitidas hoy por el Reiki Multidimensional de Shamballa) y los símbolos nuevos, propios de Reiki Unitario. No se trata de una nueva rama de Reiki. El Reiki Unitario respeta y reconoce las diferentes dimensiones temporales de esta técnica, integrándolas y brindando un paquete energético Unitario, una totalidad para trabajar en la nueva vibración.


¿Qué tiene de nuevo el Reiki Unitario?

· Se trabaja multidimensionalmente, a través de la activación de nuestro Campo Merkabah o Cuerpo de Luz (el cuerpo que tuvimos antes de venir al planeta y en el que nos iremos de él), dando mayor poder y profundidad a la sanación y despertándonos a la evidencia de nuestro origen Universal y Espiritual.

· Partiendo de la base de que somos esencialmente una forma geométrica, un color y un sonido, se dibujan, se visualizan y se invocan con la voz a los símbolos sagrados, integrando el uso consciente del Sonido. El chakra laríngeo del terapeuta es activado como un 3er meridiano del corazón: no sólo sus manos irradian la luz de su corazón; las palabras, la oración y el canto también se vuelven profundamente sanadores.

· Se emplean 25 símbolos, pertenecientes a diferentes momentos evolutivos del Reiki (Usui, Karuna, Shamballa y Unitario), con fines específicos.

· Se canalizan poderosas Energías que son irradiadas hoy hacia el planeta: los Rayos Cósmicos y la energía de los Arcángeles y Maestros Ascendidos, desde la conexión con la Fuente.

· Se activan nuestras memorias espirituales contenidas en las 12 capas de nuestro ADN interdimensional: la 1era es el Genoma Humano, que contiene información biológica sobre ti. Las 11 restantes son vibratorias y contienen tu información espiritual, esencial en el proceso de Ascensión. Se trata de reconectar el ADN humano y reivindicar nuestra herencia como Humanos Divinos (Seres de Luz).

A través del Reiki Unitario o Reiki del Sonido, podemos unificar nuestra frecuencia de vibración humana con una frecuencia más elevada: nuestro "Ser Superior" (esto es elevar nuestra frecuencia de vibración a su Octava Superior). Este nivel de frecuencia vibracional es una llave que activará memorias del holograma perfecto, del plan de vida: todo está allí, dentro tuyo, esperándote...

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